No ha sido hasta hoy cuando he vivido con mis propios ojos como la sociedad se ha estancado en un "me miro el ombligo y es lo que vale" que nunca había visto.
A media mañana fui a comprar el periódico porque tenía que esperar un ratito más de la cuenta a Raquel, así que me disponía a pasar un buen rato informándome de lo que pasaba por el mundo (hacía tiempo que no lo hacía y lo echaba de menos). Mi sorpresa ha sido cuando en el establecimiento (no voy a decir el nombre por no dar publicidad gratuita, que de gratis poco en ela vida) y he ido a coger el periódico, en este establecimiento tienen la manía de poner la prensa diaria en el suelo, que vale que el mundo está hecho una porquería pero tampoco es para tirarlo más de la cuenta.... En fin, que iba a coger la prensa y había varías personas en ese lado de la tienda. Había gente que rondaba los treinta y una señora que debía rondar los 80 y tantos a la que le costaba muchísimo terminar de doblar sus rodillas para coger el periódico que quería. Asombrosamente nadie se agachaba, cada uno a lo suyo, y la pobre mujer que quería coger lo suyo y no podía, pues yo me he agachado para facilitarle coger lo que quería, ¿tanto cuesta hacer eso?.... pues amigos, parece ser que si, que ayudar a una anciana a coger su periódico cuesta la misma eternidad...
Pero luego me ha pasado justo lo contrario. Estando disfrutando de una cervecita, unas aceitunitas y mi periódico, entró una señora de mediana edad al bar a tomarse una copita de vino. Pues hemos acabado hablando de cocina y me ha ofrecido que me llevara parte de su compra de pescado, no lo he aceptado pero me ha sorprendido como se puede vivir momentos de indignación a momentos de asombro de generosidad de la gente.
Hoy debe ser un día de esos que llamamos "raros".
miércoles, 24 de agosto de 2011
martes, 23 de agosto de 2011
No sé cómo empezar....
Hace un tiempo dije que estaba de vuelta, pero no volví del todo, y no es porque no haya querido, sino porque la pereza se apodera de mi. Así que voy a intentar volver de nuevo....
Comienzo esta nueva entrada en el blog con un "no sé como empezar...", pero es que es totalmente cierto, no sé como comenzar esta nueva entrada, pero si estoy segura de algo, que quiero que sea algo nuevo, y para ello lo primero que he hecho nada mas entrar ha sido cambiarme el nombre por Happy Girl, y quitar el de Coward Girl, porque todo ha cambiado, ya no me considero una chica cobarde, sino todo lo contrario, los miedos se han ido y desde hace ya casi un año soy una persona nueva, y la verdad es que no está nada mal, jajaja.
Desde hace casi un año, he encontrado un bienestar que jamás creí encontrar. La foto que pongo lo describe todo.
Así que no voy a alargar esto mas, quería anunciar que la chica cobarde que empezó este blog ya no está y que una chica feliz de la vida aparece en escena.
Nos vemos pronto.
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